Breve romance de ausencia
Salvador Novo Único amor, ya tan mío que va sazonando el Tiempo ¡qué bien nos sabe la ausencia cuando nos estorba el cuerpo! Mis manos te han olvidado pero mis ojos te vieron y cuando es amargo el mundo para mirarte los cierro. No quiero encontrarte nunca, que estás conmigo y no quiero que despedace tu vida lo que fabrica mi sueño. Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo. Otro se fue, que no tú, amor que clama el silencio si mis brazos y tu boca con las palabras partieron. Otro es éste, que no yo, mudo, conforme y eterno como este amor, ya tan mío que irá conmigo muriendo.